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Tantas promesas nos hicimos
que los bolsillos se llenaron de huecos.
El resto de la vida
moriríamos para nosotros dos,
y el resto de la muerte, viviríamos para nosotros dos.
Sí, mujer...
¿Acaso ya olvidaste
que hemos construido la casa de nuestros sueños,
y ya le pusimos un nombre a los niños que todavía tenemos?
Sí, mujer...
¿Acaso ya olvidaste
que ya no éramos tú o yo: ¡éramos nosotros!
quienes caminaban por todos los cielos y volaban por toda la tierra?
Sí. Mujer...
Estos son mis enredos a medio desenredar,
mis remiendos y cicatrices restaurad@s a chirlo abierto
que se están reventando en medio de los dos.
¿Qué está pasando?
Ya no se qué hacer
con mis ojos que sangran y el corazón que me llora
cuando siento que todo [lo nuestro] se acerca a su fin...
[tomado de la colección "Muriendo Sin Vida"]
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