y tu más fosilizado momento,
día a día, gota a gota,
hasta que las madrugadas se dobleguen exhaustas.
Grabemos entre pinturas y garabatos
el sabor de tus ojos de mar y fuego,
y todos esos recuerdos de cuando la vida se nos hizo más corta
que un suspiro de reloj.
Invítame a tus mañanas plagadas de ilusiones,
y a tus desvelos adolescentes,
noche a noche, gota a gota,
hasta que el alba se despierte por el ruido de las respiraciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario