I
Retirados al filo de una vuelta
se exprimen los últimos sumos
dentro de cuatro paredes.
Desenfreno que abraza las venas.
Humedad que se seca en las penas.
Y mitades de algún descaro a medias.
Se frota las montañas en sus cueros
y a la postre,
se estremece el volcán de la selva cohibida.
II
Entre sendas imágenes borrosas
que se fueron aclarando
detrás de la pálida tela,
la silueta de una gata en celo
se fue dibujando finalmente
en dos estridentes maullidos.
Hielo.
Locura.
Calor.
III
Aruñazos,
y en pedazos,
revuelan golondrinas y cuervos sin plumaje.
Gritos sosegados,
enmudecidos, y por último,
ahogados en copas de complicidad figurativa.
De todo esto hablo.
De todo esto callo.
La cortina.
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