Olvida si quieres
que siempre yo te amo,
que siempre te extraño,
que siempre te quiero;
que sé me hace daño.
Olvida si quieres
aquellas canciones
que fueron tan mías,
el alma de niño
que tú conocías.
Olvida si quieres
que usaste mi peine
mi plato y pijama,
que usamos mi casa,
mi alcoba, mi cama.
Olvida si quieres
mis manos, mis sueños,
mi vida, mis tones,
que vimos creciendo
mis versos, mis sones.
¡Olvida si quieres...!
Empero no olvides
que en sitios remotos,
varados, sin rumbo,
existen fantasmas,
y yo, estoy con ellos...
1 comentario:
Hermoso. Exacta descripción de lo que siente el corazón herido. Me encanta como escribes, te felicito
Abrazo en Cristo y María!
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