[un acróstico extraño]
Hoy quisiera escribir[te]
otro tipo de poesía, porque de verdad,
ya me estoy cansando de tanto poema.
Quisiera dibujar[te]
una docena de arco iris en la espalda
incrustados con sonidos y perfumes de colores,
sonrisas por montones con sabor a mermelada,
imágenes que me narren con perlas en la cara
esos recuerdos de viejas historias perdidas y
rescatadas de una pequeña profunda palabra:
amor.
Escribir[te]
silbidos que nos recuerden, (por lo menos)
canciones que bailaron enamoradas,
rimas que por un momento casi olvidado
iniciaron con un suspiro y terminaron enganchadas en un renglón,
besos que sean capaces de pedir a la puerta
infinidad de segundas oportunidades
reescribiendo las pasiones que con millones de gotas
tantas veces se nos inundaron (o se agotaron)
entre los cuerpos y las respiraciones.
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